Esa preparación, rica en compuestos fenólicos, realentiza la expansión del tejido maligno en modelos en vitro y en vivo con ratones de laboratorio, aseguran los autores.
A pesar de los buenos resultados del experimento, los autores advierten que éstos deben complementarse con investigaciones clínicas y epidemiológicas y observar su efecto real en los humanos.
Por otra parte, señalan que la concentración de los compuestos fenólicos (considerados responsables de los efectos beneficiosos para la salud) puede variar sustancialmente de una variedad de fresa a otra.
Sin embargo, reconocen el efecto protector contra el cáncer de un estilo de vida saludable, caracterizado, entre otras cosas, por una dieta equilibrada rica en verduras y frutas.
Estudios precedentes demostraron que el consumo diario de 500 gramos de fresas (entre 10 y 15 unidades) ofrece beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y reduce los niveles de colesterol en sangre.