El fuego, iniciado el 8 de julio, se localiza en las montañas de Santa Ynez, a ambos lados de la autopista 154, y provoca daños en una zona que no se quemaba desde 1955.
A las 06:55 hora local de este sábado cubría un poco más de 70 kilómetros cuadrados y estaba controlado en un 35 por ciento, según el reporte del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
La entidad difundió que 38 equipos de bomberos, 103 motores, 22 tanques de agua, 14 helicópteros y 18 excavadoras, en total más de mil 600 personas, participan en las labores para frenar las llamas.
Un informe publicado el 1 de junio proporcionó una perspectiva de incendios forestales durante los calurosos y secos meses de verano en el estado y previó riesgo alto en el interior del sur de California en julio, y en partes del norte durante agosto y septiembre.
El último invierno fue uno de los más húmedos registrados en ese territorio en años y dejó colinas cubiertas de hierba y otros tipos de vegetación, que con el verano se secan y se convierten en combustible para la rápida propagación de fuegos, a menudo empujado por fuertes vientos.