Existe una relación automática cultural que le da seguimiento a tu persona y que se esconde contigo, como en mochila, por años. En un refugio interior del cerebro se archivan consejos y análisis que hemos hecho forzando un desarrollo que nos acompañaran por vida.
Muchos de ustedes recuerdan a Luis Miranda, aquel joven inteligente y osado que se atribuía corregir el orden político-comunitario en los cinco condados de NY., ahora Miranda se posiciona como analista político del canal 41; uno de los medios de comunicación que ocupa un lugar pionero en el sector hispano.
Luis Miranda, ahora que, bajo tu curul como parte de la comunidad, pero sin dominio de dirección- analiza, para Univisión, temas de orientación y liderazgo, – más lo hace perdido en el espacio. La parte emocional está arropando el discurso de Luis Miranda quien como demócrata tiene una sábana que le arropa dentro de ese partido y no le permite respirar antes de expresar los temas que debe analizar con experiencia y esa sagacidad que le vimos en décadas atrás.
Si Luis se atreve a mencionar el apellido Trump, lo hace como una venganza propia. Entiende Miranda que solo el Partido Demócrata puede salvar la nación y defiende a capa y metralla a Hillary Clinton y Obama, olvidándose los errores cometidos por esos personajes. Los errores superficiales, a la altura de un Luis Miranda, debieron ser corregidos sobre la marcha por su larga experiencia. Hoy le escuchamos como un chiquillo imberbe que se retuerce de rabia con solo mencionar el nombre de Donal Trump.
Luis, antes, los planteamientos que tu gestabas eran necesarios y justos, además, formaban parte de una temática que habías construido y diseñado con una sensibilidad original; ahora tus antecedentes parecen brutos y corroídos, necesitan urgente una reforma. Tu aportación filosófica ha decaído en lo ridículo, aunque tu persona se mantiene intacta, pero no ajustable. Te mereces otra oportunidad dentro de tu propia incertidumbre, los tiempos son otros. Nosotros somos más conocedores de verdades ocultas entre políticos.
En lo personal yo necesito ver renacer tu nuevo razonamiento acorde a los tiempos, ser más moderado a la hora de analizar los dos partidos sería saludable a nuestra gran nación y así volveremos a ser grande, como país, otra vez.
Si quince años antes yo prefería escuchar, como sabia, una exposición de Luis Miranda, que era para mí alguien fuera de tiempo-, no como opinador, sino como organizador y poseedor de una excelente estrategia en política, hoy perdió el enfoque.
Luis, cuando escuchamos tus exposiciones en Univisión observamos que estas fuera de tono, luces como invisible. Te vemos refugiado en un pasado que sabemos no existe, pero lo quieres mantener contigo forzando tu carácter, nunca reconoces los errores de los demócratas que junto a ti por poco hunden el barco llamado USA.
Román Polanco
Articulista