Por Eugenio Ortiz Soto
eugenio.ortiz.s@hotmail.com
“Por sus hechos los conoceréis”
Solo un alma noble es capaz de preocuparse por el prójimo y por si mismo. Si se trata de un legislador entonces esto es loable. Los problemas de salud nos conciernen a todos.
Hay un problema de salud que es vital para todos, se trata de conseguir sangre humana a precios asequibles, de buena calidad y de manera rápida y oportuna. Todos sabemos que eso es muy difícil en República Dominicana.
Quien no ha tenido un familiar, amigo o relacionado que haya sufrido ese calvario, por cualquier motivo, no tiene conciencia plena de esa deficiencia del sistema de salud. Yo confronté ese problema en el año 2010, cuando me transfundieron con paquetes de glóbulos rojos por motivos de una anemia megaloblástica provocada por la no asimilación correcta de la vitamina B12. Afortunadamente me trasladaron desde Baní a la Plaza de la Salud en Santo Domingo. Duré tres días ingresado y gracias a Dios todo salió bien en mi caso, pero necesité buscar donantes de sangre, entre otras cosas.
Doy este testimonio personal porque es vital para todos los dominicanos que una ley regule todo lo que tiene que ver con la sangre humana, los bancos de sangre, etc. Considero prioritario para todos los dominicanos que el Congreso Nacional apruebe el anteproyecto de Ley que declara la sangre humana como un bien público. Este facilitará e incentivará el Sistema de Bancos de Sangre y la gratuidad de la sangre humana a los sectores de bajos recursos.
Felicito al diputado Julito Fulcar autor de este proyecto. Invito a la provincia Peravia a votar para que Julito Furcal sea nuestro próximo senador. Su proyecto político privilegia primero la gente, la vida humana y la salud pública. Simplemente es ¡Amor al prójimo!
