
Sin embargo, el jefe de Estado admitió que será difícil lograr apoyo de algún demócrata durante la votación de confirmación del magistrado en el Senado.
Trump volvió a poner en duda las acusaciones contra Kavanaugh realizadas por Christine Blasey Ford, una docente de la Universidad de Palo Alto, California.
Esas denuncias ocurrieron hace 36 años, pero nunca hubo una queja, apuntó el gobernante.
Según Ford, Kavanaugh, de 53 años, intentó desvestirla en una fiesta a inicios de la década de los 80 del pasado siglo, etapa en la que él era alumno de la Escuela Preparatoria Georgetown en Maryland.
Ambos comparecerán por separado el próximo jueves ante el Comité Judicial de la Cámara alta para testificar sobre el tema.
Aunque publicada este lunes, la entrevista de Trump fue grabada antes de conocerse ayer la historia de Deborah Ramirez, de 53 años, quien también denunció al magistrado.
El diario The New Yorker publicó la historia de Ramirez, quien afirmó que durante una fiesta estudiantil en Universidad de Yale, también en los 80, Kavanaugh le puso los genitales en la cara y la obligó a tocarlos.
La nueva denuncia complica, aún más la confirmación del juez pues los republicanos apenas tienen una ligera mayoría en el Senado 51-49, por lo cual solo pueden permitirse perder solo un voto en sus filas.
Una encuesta publicada la víspera por la televisora Fox News reveló que apenas un 40 por ciento de los estadounidenses aprueba la elección del juez, mientras el 50 por ciento se opone.
Según un sondeo, el pasado mes las cifras se situaron en 45 y 46 por ciento, respectivamente, lo cual supone un nuevo problema para el presidente Trump.
Un 36 por ciento de los interrogados cree en la palabra de Ford, mientras un 30 por ciento confía en la inocencia del nominado de Trump. El otro 34 por ciento tiene dudas.