Por Prensa Latina
La Habana, CUBA.- Shaquille O’Neal, una de las figuras más dominantes en la historia del baloncesto profesional estadounidense (NBA), celebra hoy 53 años de vida.
Con 2.16 metros de altura y un físico imponente, Shaq dejó una huella imborrable en la NBA durante sus 19 temporadas, desde que fue seleccionado en el Draft de 1992 por Orlando Magic y se convirtió en un pívot imparable.
Sin embargo, fue con Los Angeles Lakers donde alcanzó su máximo esplendor, ganando tres títulos consecutivos (2000, 2001 y 2002) junto a Kobe Bryant y siendo el Jugador Más Valioso (MVP) de las finales en cada una de esas series.
En 2006, conquistó su cuarto anillo con Miami Heat, consolidando su estatus de leyenda. También fue MVP de la temporada en 2000, 15 veces integrante del equipo Todos Estrellas y medallista de oro olímpico con la selección se Estados Unidos en Sídney 2000.
Fuera de las canchas, Shaq ha sido un personaje mediático y multifacético: actor, rapero, empresario y comentarista deportivo. Con una personalidad carismática y una presencia imponente, trascendió el deporte para convertirse en un ícono cultural.
Su legado va más allá de sus títulos y estadísticas. Dominó el juego como pocos, redefiniendo el papel del pívot con su poderío físico y su carisma.
Hoy, su influencia sigue viva en la NBA, inspirando a nuevas generaciones de jugadores que sueñan con dejar su marca, tal como lo hizo «The Diesel», quien aún después de reiterado sigue pisando fuerte en la historia.
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