El sistema se ya se probó con éxito en una estancia de unos 24 metros cuadrados construida especialmente para la investigación, logrando cargar de forma simultánea teléfonos, ventiladores y lámparas.
Los científicos lograron generar un campo de ondas magnéticas de hasta 1,9 kilowatios, capaz de recargar de forma simultánea las baterías de 320 smartphones al mismo tiempo.
Según Matthew Chabalko, director del equipo, la frecuencia del sistema resulta segura, ya que las ondas electromagnéticas de su frecuencia no interactúan con los materiales habituales, por lo que el resto de objetos no se ven afectados.
Las funciones de este descubrimiento pueden aplicarse en varios campos, permitiendo nuevas herramientas para robots y otros dispositivos portátiles pequeños al eliminar los cables y la necesidad de sustituir baterías, declaró por su parte Alanson Sample, responsable del laboratorio.