
El rover funciona con un motor eléctrico, alimentado por paneles solares y una batería de 700 voltios.
Se separa en el centro con la zona delantera diseñada para exploración y equipada con una radio y navegación proporcionada por el Sistema de Posicionamiento Global.
La sección posterior sirve como un laboratorio que puede desconectarse para la investigación autónoma.
Aunque no se espera que este rover en concreto opere en Marte, representa las características del concepto que algún día se puede incorporar a un todoterreno para astronautas que se conduzca en el planeta rojo.