
Los analistas de la NOAA, la agencia meteorológica de Estados Unidos, siguen modelando la trayectoria de la eyección solar; a primera vista, es probable que el CME llegue a nuestro planeta mañana con la posibilidad de tormentas geomagnéticas moderadamente fuertes (clase G2).
Esta clase de tormentas pueden producir alarmas de voltaje en sistemas de distribución eléctrica en altas latitudes, así como alteraciones en la órbita de satélites, y desvanecimiento de señales radioeléctricas en altas latitudes.