Por Prensa Latina
La Paz, BOLIVIA.- Tras la elección este domingo del centroderechista Rodrigo Paz como virtual presidente de Bolivia, el Estado Plurinacional enfrentará desde el 9 de noviembre próximo los cambios anunciados bajo la consigna de “capitalismo para todos”.
Con el 97,3 por ciento del conteo de votos del Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre) del balotaje este domingo, el nuevo mandatario de Bolivia es Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC).
El binomio Paz-Edman Lara obtuvo 54,5 unidades porcentuales de la votación en todo el país, con una participación de entre 85 y 89 por ciento del padrón electoral, según las cifras reveladas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Su titular en ejercicio, Óscar Hassenteufel, aseguró en conferencia de prensa desde esa sede que la tendencia revelada por el Sirepre es “irreversible”, mientras que el otro protagonista del balotaje en representación de alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, telefoneó a Paz, lo felicitó, y en un discurso reconoció la derrota ante sus correligionarios.
Respecto a los cambios, en entrevista concedida a Prensa Latina, el jefe del equipo económico del aspirante del PDC, José Gabriel Espinosa, aseguró que, como primer cambio a la Constitución Política del Estado, el nuevo dignatario promoverá la eliminación de la reelección de los mandatarios.
Espinosa consideró que se trata de una “primera gran reforma que nosotros estamos impulsando, como ha dicho Rodrigo varias veces, él quiere que la reelección se elimine precisamente para que cada Gobierno entre pensando pura y estrictamente en el Gobierno, y no en la construcción de un proyecto de poder”.
“Dicho eso, existen muchas cosas en el capítulo económico de la Constitución que hay que ir reformando”, sostuvo el experto.
Opinó el economista que Bolivia ha quedado excluida de los circuitos internacionales de inversión.
“Hoy día, Bolivia además tiene una serie de problemas en cuanto a los derechos de propiedad que quedan muy difusos en la Constitución -indicó Espinosa-, y todo eso se va a buscar ajustarlo para lograr que el país del futuro sea mucho más eficiente con participación del sector público y también del privado”.
En referencia al plan económico integral anunciado por Paz bajo la consigna de “Capitalismo para todos, menos Estado tranca y un país 50/50″, amplió el economista más acerca de lo que el PDC denomina la “ruta para reconstruir Bolivia”.
Al respecto, consideró clave la “necesidad de ordenar la casa con medidas prioritarias para reducir el déficit fiscal y lograr los dólares necesarios que permitan capear la tormenta» que, según él, vendrá tras la partida del Gobierno del presidente Luis Arce.
Indicó que, entre las primeras medidas, se encuentra la eliminación de cuatro mil 500 millones de bolivianos (más de 640 millones de dólares) de gasto innecesario.
“La crisis es tan grande que, independientemente de la visión ideológica de cada uno, hay que tomar medidas. Si no se hace nada es muy posible que Bolivia pase una navidad muy mala, yo creo que ni siquiera llegamos a navidad (…)”, consideró.
En medio de lo que el PDC y la alianza Libre denominan crisis económica que azota al país, ambas formaciones políticas tienen diferencias en uno de los puntos centrales: el camino para el financiamiento externo para abordar el apuro económico.
Como jefe del equipo económico del PDC, Espinoza plantea la eliminación de la subvención a los hidrocarburos, la adopción de un escudo social a los grupos más vulnerables y la eliminación de gastos innecesarios en el Órgano Ejecutivo.
Paz se autodefine como centro derecha partidario de lograr una alineación con el Gobierno de Estados Unidos, sobre todo en los intercambios económicos, como se evidenció en su reciente visita a ese país.
Quiroga, por su parte, es integrante de la ultraderecha liberal del continente, de las terapias de choque del Fondo Monetario Internacional y en su campaña anuncia en la esfera económica “un cambio radical”.